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Minnie en el jardín



Así festejó Cata el día de la primavera!!!

Angustia del Octavo Mes

Durante los primeros meses de vida el bebe se siente una prolongación del cuerpo materno, a medida que va tomando conciencia real de constituir un ser independiente de su madre comienza a angustiarse ante la posibilidad de perderla. Esto se potencia con la mayor movilización del bebé a partir de los 6 meses y su mayor independencia alimentaria al incorporar los semisólidos a la lactancia.
Los bebés de 8 meses, como resultado de un proceso que comienza antes de esa edad, suelen tener episodios de angustia y llanto cuando se alejan de su madre. Aún permaneciendo en brazos y al cuidado de personas conocidas y queridas pueden observarse contrariados, molestos y observarlos con desconfianza. En la noche aún aquellos que ya dormían varias horas pueden despertarse y solicitar la presencia de su mamá.
Es así que los bebés de 8 meses suelen llorar más de lo habitual durante el día, despertarse en reiteradas oportunidades durante la noche, permanecer más tiempo en brazos y reclamar por su mamá con insistencia. Esto genera preocupación y angustia entre los adultos. Muchas veces consultan pensando que hay alguna enfermedad o proceso que genera dolor como otitis, salida de los dientes, etc. En otras ocasiones los familiares creen que son “berrinches” o que es “un malcriado”.
Poder entender las circunstancias que generan este proceso permite a la mamá superar el agobio y mantener la calma ante la excesiva demanda del bebé. Esta constituye una etapa normal en el desarrollo psicológico, es transitoria y no significa un retroceso. Puede durar días, excepcionalmente algunos meses. Progresivamente volverá a ser amigable con las otras personas, aceptando estar con ellas y alejarse un poco de su mamá.
Es conveniente que durante esta etapa la madre no planee viajes o actividades extras que pueda postergar y mantenga la paciencia. La ayuda del papá o alguien cercano que permanezca algunas horas con el bebé permitirá a la mamá salir un poco cuando su jornada en casa es muy prolongada. Jugar a esconderse y reaparecer detrás de una puerta o una sabanita (“no está”, “acá está”) puede ayudarlos a confirmar que las personas queridas se van por momentos pero regresan. Permitir que tire objetos y alcanzarlos les demuestra que las cosas pueden recuperarse.
Conocer el verdadero significado de este proceso y comprender que se trata para el niño de una sensación de desasosiego y miedo de ser abandonado le permitirá a los adultos mantenerse calmos y actuar de la mejor manera para que la situación no se prolongue en el tiempo.

Difteria

Hubieron 20 casos sospechosos y 2 confirmados en Tarija y otros  Departamentos de Bolivia. Teniendo en cuenta las migraciones desde y hacia dicho país así como la baja tasa de cobertura de vacunación en parte de la población adulta obligan a estar alerta.
El germen causante es el Corynebacterium Diphtariae y su toxina
Cuadro Clínico
La incubación es generalmente de 2 a 5 días.
Los pacientes presentan fiebre generalmente moderada, secreción nasal purulenta, enfermedad de la garganta con dolor con exudado membranoso blancogrisaceo nacarado, adhesivo a las amígdalas, la faringe o la nariz que sangra al forzar para desprenderla, ganglios y tejidos blandos del cuello hinchados y aumentados de tamaño.
Las complicaciones pueden ser cardíacas (miocarditis), neurológicas (parálisis de nervios craneales y periféricos), neumonía y paro respiratorio.
Para confirmar el diagnóstico se requiere estudio bacteriológico del exudado de la garganta y nariz.
Tratamiento
El paciente debe internarse y aislarse para evitar el contagio y la diseminación.
Se debe desinfectar todos los objetos que hayan estado en contacto con el enfermo y sus secreciones.
El tratamiento medicamentoso se basa en la administración de una antitoxina por vía endovenosa única dosis más un antibiótico 14 días (Eritromicina, Clindamicina o Penicilina).
Debe comprobarse que se han negativizado los estudios bacteriológicos luego del tratamiento (2 cultivos negativos con 24 hs. de intervalo entre ambos).
Prevención
Se realiza con la adecuada vacunación del plan obligatorio a los 2, 4, 6 y 18 meses, 6, 11 y 16 años de edad.
A posteriori se recomienda una revacunación con vacuna doble adultos (difteria/tétanos) cada 10 años).

Tos Convulsa o Coqueluche

Es una enfermedad causada por la bacteria Bordetella pertussis, altamente contagiosa, potencialmente grave y prevenible por vacuna. Si bien parece ser una enfermedad del pasado, en los últimos años ha habido un resurgimiento de casos a nivel mundial.
Clínicamente comienza con un resfrío común con estornudos, congestión nasal, fiebre y tos leve. Luego de 1 o 2 semanas comienza con tos severa, un ruido respiratorio característico llamado estridor que a veces se acompaña de vómito.
El contagio se da persona por vía aérea. Es una enfermedad altamente contagiosa. En los adultos la enfermedad pasa desapercibida y por ello representan un riesgo de transmisión de la enfermedad para los más pequeños.
Las complicaciones asociadas a la tos convulsa pueden ser:
• Hemorragias conjuntivales y sangrado nasal durante los accesos de tos
• Edema de cara
• Neumonía
• Encefalitis
• Deshidratación y pérdida de peso
El diagnóstico se sospecha ante las manifestaciones clínicas del paciente. Pueden contribuir la radiografía de torax y el hemograma completo. Se confirma con examen específico de sangre y de secreciones nasales.
El tratamiento es mejorar los síntomas y un antibiótico macrólido contra la Bordetella.
La mejor prevención es una adecuada vacunación. El componente pertussis/tos convulsa se encuentra en las vacunas obligatorias de los 2, 4, 6, 18 meses y 6 años de edad.
Actualmente en virtud del resurgimiento de casos, tanto en Argentina como a nivel mundial, se recomienda una revacunación a todos los niños y niñas de 11 o 12 años.