La zona más inflamada suele estar
debajo de la glotis, donde se encuentran las cuerdas vocales, por lo que también
se presenta con disfonía. La difteria, enfermedad bacteriana muy grave, prácticamente
erradica, era en la antigüedad la causa más frecuente de crup. Se reserva el
término de "falso crup" para los cuadros virales más leves que se presentan
actualmente.
Causas
Gracias a la administración masiva y
obligatoria de la vacuna contra la difteria (incluida en las vacunas triple,
cuádruple, quíntuple o séxtuple) a los 2,4,6 y 18 meses y a los 6 y 11 años,
este cuadro prácticamente ha desaparecido, convirtiéndose entonces el crup
viral o falso crup en el diagnóstico más frecuente.
La mayoría de los casos de crup viral son leves y pueden tratarse
en el hogar, siendo extremadamente raro que un crup viral llegue a ser grave y
ponga en peligro la vida del niño.
En el crup espasmódico suele no haber síntomas de infección, no hay
fiebre ni ganglios inflamados y no existe el antecedente de un contagio. Suele
presentar desencadenantes emocionales o alérgicos. Es usual que la tos comience
a la noche de manera repentina. El episodio suele repetirse tres a cuatro veces
por año. Ante un primer episodio el croup espasmódico puede ser indistinguible de
una laringitis viral, pero con la repetición de los síntomas, el diagnóstico es
más sencillo.
El crup alérgico está producido por la reacción alérgica
desencadenada por la ingestión de algún alimento o medicamento o por la
picadura de un insecto, en un niño con antecedentes personales o familiares de
alergia. Este cuadro puede llegar a ser grave, por lo que requiere atención
médica de urgencia.
Síntomas y
Signos
El crup se caracteriza por una tos
perruna, fuerte, habitualmente dolorosa que suele empeorar con los cambios de
posición, sobre todo al acostarse y al llorar.
Durante el período de incubación del
crup viral, el niño presenta los síntomas de un resfrío, como rinorrea
(secreción nasal) y fiebre de baja intensidad (hasta 38º5), que cede fácilmente
con los antitérmicos. A medida que las vías respiratorias superiores (tráquea y
laringe) se inflaman, el niño puede ponerse ronco y tener una tos áspera y
perruna.
En los casos más severos de
inflamación laríngea, suele aparecer un sonido agudo (“estridor”).
Contagio
El crup viral es epidémico durante el
invierno y al comienzo de la primavera. El mismo virus puede dar otros o
iguales síntomas respiratorios dentro del grupo familiar.
Diagnóstico
Para diagnosticar un cuadro de crup
basta con escuchar la tos característica.
Tratamiento
Los casos leves de crup viral no
precisan más tratamiento que humidificar la vía aérea mediante nebulizaciones o
vapor.
La mayoría de los pacientes con crup
atendidos en los sistemas de urgencia, guardias y por médicos a domicilio
reciben corticoides vía oral o inyectable.
Los corticoides inhalados (por
aerocámara o nebulizador) pueden disminuir la intensidad de la tos y acelerar
la curación del proceso
Muchos de los síntomas pueden
aliviarse respirando aire húmedo. Se puede abrir la ducha de agua caliente para
saturar de vapor el baño y que el niño respire ese vapor durante algunos
minutos. Como el llanto empeora la tos, si logramos tranquilizar al niño, la
tos disminuirá.
Muchas veces, la exposición breve del
paciente a la inhalación de aire frío y húmedo hará que el ataque de tos se
interrumpa, ya que el frío desinflama la laringe inflamada. Puede hacerse respirar
aire del freezer al niño cuando comienza con la tos típica. El mismo efecto
puede lograse dando de beber líquidos fríos.
Aún en ausencia de fiebre, la
administración de ibuprofeno o paracetamol como analgésico y antiinflamatorio,
puede aliviar los síntomas.
En las salas de emergencia y guardias
pediátricas se suele utilizar la epinefrina o adrenalina en nebulización ya que
produce un rápido mejoramiento de los síntomas. Esta medicación solamente puede
ser utilizada bajo control médico dado su efecto taquicardizante.
Prevención
Se recomienda lavarse las manos antes
y después de atender a un niño que se encuentre cursando cualquier enfermedad
respiratoria para prevenir el contagio.
Los niños con cuadros respiratorios
agudos no deben concurrir a jardín maternal o escuela hasta ser dados de alta.
Las vacunas contra la difteria, la
Haemophilus influenzae (Hib), la gripe y el sarampión protegen a los niños de
algunas de las más peligrosas formas de crup.
La lactancia materna protege a los
niños de todo tipo de infecciones respiratorias incluida la laringitis
subglótica.