La ropita del bebé

Antes de comprar la ropa del bebé es conveniente tener en cuenta que tiene que ser cómoda, fácil de poner y sacar, por lo tanto no muy ajustada, con mangas sueltas, cuellos amplios y que puedan abrocharse sin dificultad. Deben evitarse lacitos que puedan enredarse en deditos o manitos, sin botones pequeños que tengan que introducirse en ojales o que puedan desprenderse fácilmente. Es necesario, especialmente al principio tener fácil acceso a los pañales ya que hay que cambiarlos frecuentemente.

Lo ideal los primeros meses de vida son las prendas con velcro y abiertas adelante. Aquellas que están en contacto con la piel tienen que ser de algodón, sin costuras interiores o etiquetas que puedan dañar o marcar la piel así como las de colores muy fuertes por las tinturas. Es conveniente que la ropa no desprenda pelusas como la angora.

Aún en verano es conveniente tener prenditas de manga larga y abrigadas para cualquier imprevisto.

El lavado de la ropa del bebé es conveniente realizarla sin lavandina, detergentes agresivos o suavizantes. Lo ideal es un detergente neutro sin perfumes. Si se lava en lavadora es conveniente no mezclarla con otra ropa demasiado sucia y que tenga un muy buen enjuague. Recordar tamibén que el trato a ropa tan delicada influirá en su estado y duración.