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El juguete ideal

Pese a nuestras intenciones de elegir el mejor la mayoría de las veces el juguete ideal no existe. Suele suceder que un objeto colorido como el mismo envoltorio puede llegar a ser más atractivo que el mismo juguete.
Es muy importante es que el juguete resulte estimulante, esté adaptado a la edad del bebé y no sea riesgoso.
Juguetes para bebés de 0 a 3 meses: se recomiendan solamente juguetes que pueda ver y escuchar, con colores atractivos y sonidos suaves como cajitas de música y móviles.
Juguetes para bebés de 3 a 6 meses: a esta edad comienzan a investigar objetos y juguetes con sus manos. A fin de estimular los sentidos se recomiendan objetos de diferentes materiales, textura y formas y aquellos que emitan sonidos como sonajeros y mordillos.
Juguetes para bebés de 6 a 9 meses: dado que a esta edad se sientan, tienen mayor movilidad y suelen gatear les atraerá y estimulará juguetes que se desplacen, puedan arrojar, apretar y especialmente aquellos que hacen ruido, como pelotas, autitos ycubos apilables.
Juguetes para bebés de 9 a 12 meses: por su mayor desarrollo motor y cognitivo son edeales los juegos de poner y sacar y aquellos que se parecen a los objetos que usan los adultos como juegos de encastre, teléfonos de juguete, etc.
Que precauciones tomar con los juguetes?
-Que el tamaño y le complejidad sea adaptado a la edad y tamaño del bebé.
-Que los juguetes y mordillos no sean de PVC, ya que desprenden partículas de ftalatos en contacto con la saliva y pueden ser tóxicos para la salud y el medio ambiente.
-Que la pintura que los recubre no se desprenda y pueda ser ingerido. Muchos productos hechos en China (juguetes, cosméticos, sandalias pintadas) contienen pintura con plomo. La intoxicación crónica con plomo puede generar afecciones cerebrales y neurológicas.
-Que especialmente aquellos niños que presentan cuadros alérgicos tengan sus habitaciones, donde pasan gran parte del día, libre de juguetes que pueden acumular polvo, ejemplo peluches.
-Que no posean partículas pequeñas que puedan desprenderse y atragantarlos.
-Que los niños no tengan acceso a pilas que puedan ser ingeridas o chupadas por su alta toxicidad y riesgo de lesiones internas.
-Que no posean hilos, correas o cintas larga que puedan enrollarse en el cuello y asfixiarlo.
-Que sean fáciles de higienizar, especialmente que puedan lavarse con agua y jabón.