La mejor alimentación para un bebé es la leche de su mamá, no obstante cuando por alguna razón debe complementarse o suplantarse con alguna leche de fórmula es necesario conocer algunos detalles:
El policarbonato, material utilizado para la fabricación de envases plásticos de alimentos como botellas, biberones o vajillas de plástico puede desprender pequeñas dosis de compuestos químicos como bisfenol A, ftalatos, amonio u otras sustancias tóxicas para la salud, incluso en bajas dosis. Tambien el bisfenol A es utilizado para recubrir el interior de latas de alimentos pues evita que se oxiden y duran más tiempo.
Análisis realizados en adultos, embarazadas y bebés demuestran la presencia de muchas sustancias que podrían ser nocivas para la salud. Esas sustancias pueden haber ingresado al organismo a través de la inhalación o ingestión involuntaria. Dentro de esas sustancias encontramos los ftalatos y el bisfenol A.
Qué son los ftalatos?
Son plastificantes que se usan para suavizar los productos de PVC, también llamado vinil (símbolo 3 de reciclaje). Está presente en tetinas, biberones de plástico y en la esencia de ciertos productos de tocador. Los niños puede pueden incorporar esta sustancia al morder o chupar reiteradamente productos que la contienen como tetinas, mordillos o al inhalar productos de cuidado personal. Esta sustancia podría generar desarrollo mamario en niñas, parto prematuro en embarazadas, disminución de la fertilidad en hombres, asma y, rinitis.
Qué es el bisfenol-A
El bisfenol-A (BPA por sus siglas en inglés) es un componente químico del plástico policarbonato (símbolo 7 de reciclaje) utilizado en juguetes,
biberones, vasos entrenadores y otros. También se utiliza como recubrimiento plástico en latas, por lo que es probable la ingestión de estos tóxicos si se desprenden y contaminan los productos. La exposición al bisfenol-A esta ligada con la presencia de cáncer de pecho, de próstata, hiperactividad, obesidad, bajo conteo de esperma, aborto, alteraciones del sistema inmunológico y malformaciones congénitas.
Con el consumo habitual esta sustancia podría ir acumulándose en el organismo durante años con los consiguientes efectos perjudiciales.
Por lo tanto es conveniente utilizar biberones de vidrio termo resistentes y en el caso de los biberones de plástico deben estar homologados y ser aquellos considerados seguros, especialmente cuando se caliente el contenido en ellos. En este sentido vale la pena recurrir a marcas reconocidas y que cumplan con las recomendaciones establecidas.
Respecto de las tetinas las hay de latex y de siliconas, no hay mucha diferencias entre ambas, las primeras se parecen más a la textura de la piel y las de siliconas son más durables.
El tipo de tetina, redondeada o aplanada, es indiferente y no se ha encontrado que existan diferencias entre ambas respecto a problemas dentales. Durante los primeros meses es conveniente que sean pequeñas, blandas y con un solo orificio central. El agujero de la tetina debe permitir una salida lenta de la leche en forma de goteo continuo para evitar el atragantamiento. A medida que el bebé sea mayor puede aumentarse el tamaño y orificio de la tetina.
También hay en el mercado tetinas anatómicas especialmente para aquellos bebés pequeños que deban complementar o sustituir el pecho materno.
Se comercializan en la actualidad biberones para reducir el aire deglutido llamados anticólicos, cada mamá evaluará costo beneficio de los mismos.
Hay que revisar periódicamente las tetinas y los biberones. Las tetinas se van rompiendo, especialmente con la salida de los dientes. Los biberones, especialmente de plástico deben sustituirse cuando se los ve despulidos u opacos y siempre conviene visualizar adecuadamente las graduaciones para evitar errores en la preparación de la leche.
Cómo preparar e higienizar el biberón
En primer término tener biberón y tetinas esterilizados. La esterilización puede realizarse hirviendo los biberones 10 a 15 minutos y las tetinas 3 a 5 minutos. También hay esterilizadores de mamaderas a vapor o mediante sustancias químicas.
Para preparar las mamaderas seguir estos pasos:
-Lavado de manos.
-Cálculo de agua y medidas de leche en polvo a utilizar: la mayoría de las fórmulas lácteas se preparan una cucharada (que trae la lata) de polvo cada 30 cc o ml de agua. Una proporción inadecuada podría generar una sobrecarga de grasas, proteínas e hidratos de carbono difíciles de digerir y metabolizar o carencias nutricionales al bebé, de acuerdo se ofrezca más o menos de lo indicado.
-Hervir agua de canilla aproximadamente 10 minutos y dejar enfriar.
-Colocar en el biberón el agua hasta la graduación que establecimos y luego (no al revé) las cucharadas de leche al ras y sin comprimir.
-Tapar y agitar el biberón hasta que el polvo esté homogéneamente disuelto.
- Las leches fluidas serán directamente vertidas desde el recipiente recién abierto al biberón.
-Comprobar la temperatura volcando unas gotas sobre el antebrazo del adulto.
-Si fuera necesario puede entibiarse la leche dentro del biberón bajo el chorro de agua caliente de la canilla.
-Ofrecer el biberón teniendo la precaución de que la tetina esté siempre llena de leche.
-A mitad de la toma se puede hacer una pequeña pausa para que descanse y eructe.
-Tirar todos los restos de leche.
-Si por alguna razón se desea mantener un biberón de leche ya preparada debe enfriarse bruscamente en una cacerola con agua helada y colocarlo inmediatamente en la heladera para darlo más tarde, nunca más allá de las 24 hs.
-Al terminar lavar biberón y tetinas con agua caliente, jabón y cepillo para biberones. Ambos tienen que estar impecables antes de esterilizar.
Conviene recordar:
• Todos los niños son diferentes, a misma edad no tienen por qué tomar el mismo volumen de leche.
• No se debe forzar a los niños a comer.
• Se irá aumentando el volumen e leche a medida que se perciba la necesidad de parte del bebé.
• El biberón no debe utilizarse con leche ni con jugos en forma prolongada para evitar que líquidos azucarados permanezcan en contacto las encías. Debe ser un elemento utilizado para la alimentación no para consolar, calmar o de auto estimulación para el bebé.
No se recomienda llevar leche artificial caliente para dársela al bebé más tarde dado que para lograr su conservación hay que enfriarla y guardarla a bajas temperaturas salvo que se cuente con un bolso termo de los que se consiguen en casas de bebé. También puede llevarse agua caliente en el biberón esterilizado y preparar la mezcla antes de dársela al bebé. También puede levarse un envase de leche fluida y abrirse en el momento de administrárselo, ofreciéndolo a temperatura ambiente o entibiado dentro del biberón bajo el chorro de agua caliente de la canilla o dentro de una cacerola con agua al fuego (baño de María). Tratar de no usar el microondas pero si se utiliza solo emplear para ello recipientes de vidrio o cerámico.