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Cómo limpiar la nariz del bebé?


Los bebés respiran por la nariz y no hay que hacer nada para facilitarles la respiración a menos que tengan la nariz obstruida y esto les impida respirar.
La mayoría de las veces esa obstrucción está dada por mocos de la vía aérea superior (resfrío), especialmente en época invernal.
Aún los bebés pequeños pueden movilizar los mocos de la vía aérea superior mediante estornudos o la tos.
A veces puede realizarse un baño de vapor durante 5 a 10 minutos lo cual humidificará el moco y al tornarse más fluido será más fácil de movilizar ya sea por un estornudo o llevándolo hacia la garganta, deglutiéndolo y eliminándose con la materia fecal.
La solución fisiológica es la principal herramienta a la hora de limpiar la nariz del bebé y la más utilizada. Su constitución es semejante a los fluidos del organismo y por eso puede utilizarse para la limpieza de cualquier zona del cuerpo. El suero fisiológico ayuda a deshacer los mocos y a arrastrarlos para que el bebé los saque afuera o bien para que se los trague.
El suero fisiológico en la actualidad viene en varias presentaciones, se puede comprar en ampollas que lo hace más cómodo e higiénico, en botellas grandes (de 100 ml, de 500 ml) e incluso en aerosol, que al parecer disuelve mejor los mocos. Al administrarlo es importante que no se introduzca el aplicador en el orificio nasal para evitar dañarlo.
La utilización de la solución fisiológica entibiada puede ser más efectiva y cómoda para el bebé. Para calentarlo es suficiente con tenerlo un rato en las manos.
En caso de utilizar solución fisiológica en aerosol hay que apoyar el aplicador en el orificio de la nariz lo mínimo para hacer entrar el suero en ella y adaptar la presión a la edad y por lo tanto tamaño de las fosas nasales.
Un exceso de presión podría hacer que la mucosidad vaya hacia los oídos.
Lo ideal, dado que un aerosol tiene una determinada fuerza, es hacerlo con el bebé acostado, con la cabeza girada hacia un lado y administrar el suero en el orificio que queda arriba, haciendo lo mismo con el otro orificio pero mirando hacia el otro lado.
Las jeringas, que se utilizan cuando se compran envases de solución grandes, no se recomiendan, porque es difícil controlar la presión de la administración (muchas veces el émbolo cede de golpe, aunque se haga cuidadosamente).
En caso de utilizar las botellitas de suero individuales lo ideal es hacer entrar el suero en la nariz como si se tratara de lágrimas.Si se ha calentado un poco previamente no se dan cuenta hasta que el moco y/o la solución les llega a la garganta.
En este caso sí se puede hacer con el bebé boca arriba y tras unas cuantas gotas se coloque su cabecita de costado.
Las peras de goma se utilizaban mucho antiguamente, sin embargo no aportan demasiados beneficios y pueden causar problemas.
También hay dispositivos aspiradores de moco efectivos pero molestos para el bebé.
En líneas generales los bebés suelen fastidiarse bastante frente al intento de limpiarles las narinas con cualquier método.
El que menos molesta es la solución fisiológico entibiada y colocada gota a gota y sin aspirar. El bebé tiene que estar unos segundos con el suero en la nariz (de lado) y luego se lo incorpora. De esta manera saldrá el suero con la mucosidad que haya disuelto (y quizá incluso trague un poco de todo ello).
Después vendría el aerosol, que al tener más presión provoca una sensación más intensa en la nariz. La díada suero-aspirador es el más efectivo, pero el más molesto.
La limpieza de las fosas nasales puede hacer tantas veces como haga falta, aunque debemos tener en cuenta que les molesta y particularmente la solución fisiológica fría y colocada reiteradamente puede terminar irritando y humedeciendo en exceso. Por eso, si se trata de un poco de moco que no les impide respirar ni comer, lo mejor es no insistir y volver a hacer lavados cuando sea preciso.