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Cómo dormir al bebé?

La tarea que implica cuidar un bebé hace suponer que los papás requerirían más tiempo de descanso, no obstante es probable que durante los primeros meses, especialmente para los papá primerizos dormir toda la noche puede resultar todo un desafío.
La cantidad de horas que duerme un bebé dependen de su edad, de sus características temperamentales y del ambiente familiar.
Los recién nacidos suelen alimentarse con igual frecuencia de día que de noche. La mayoría de los recién nacidos duerme buena parte del tiempo en el que no están alimentándose, no todos lo hacen de noche.
Con el paso de los meses las pausas entre las mamadas serán cada vez mayores y se irá estableciendo un ritmo de sueño nocturno.
Para establecer un ritmo de sueño nocturno se requieren algunos meses. Los papás pueden facilitar este proceso con algunas recomendaciones:
Enseñarle a reconocer el día de la noche
En los primeros meses de vida es conveniente que después de alimentarlo la mamá interaccione más con el bebé durante el día que por la noche. Esto enseña al pequeño que la noche es para dormir y el día para jugar y estar despierto.
Puede obviarse el cambio de pañales nocturno, esto disminuirá el movimiento, la interacción y por lo tanto el estímulo para permanecer despiertos.
El mismo objetivo tiene lograr un ambiente más silencioso y oscuro en la noche y otro más ruidoso e iluminado en el día. No colocar juguetes ni otros elementos en la cuna que además de estimularlos a seguir despiertos pueden resultar riesgosos.
Evitar que el bebé llegue demasiado excitado a la noche.
Esto puede lograrse implementando algunas rutinas que tranquilicen, a la tardecita-noche suele sedar a los bebés un baño de inmersión, escuchar una música suave, hablarles en voz baja.
No suele dar resultado privarlos de dormir durante el día, esto seguramente los tendrá irritables y no les permitirá relajarse y conciliar fácilmente el sueño nocturno. Por lo tanto es conveniente que se les permita dormir siestas cuando lo necesiten, no obstante evitar que sean demasiado prolongadas a últimas horas de la tarde. Si se necesita en algunas ocasiones despertarlos de la siesta hacerlo muy suavemente y sin apuros.
Implementar rutinas
Que el bebé reitere situaciones cotidianas como horarios de comida, de siestas, para el baño o el sueño nocturno lo ayudará a aceptar dormirse cada noche y durante períodos más extensos. Las rutinas sin ser demasiado rígidas ayudan al bebé a estar más tranquilo y relajado, aprenderá a conocer aquellas situaciones que se repiten diariamente y a aceptarlas agradablemente.
Lograr un ambiente estimulador durante el día
Además de ayudarlos a reconocer el día y la noche hará que los estímulos le determinen necesidad de descansar.
Jugar, hablarles, cantarles, poner música, cambiarlos de ambientes aún dentro de la misma casa son estímulos que seguramente lo harán necesitar un sueño reparador.
Favorecer que el bebé aprenda a dormir solo.
Es conveniente que el bebé tenga la oportunidad de aprender de a poco a quedarse dormido solo, no en los brazos de los padres, al pecho de la madre o recibiendo el biberón, de esa manera le será más fácil volver a dormirse sin la presencia de un adulto si se despierta durante la noche.
Tratar de acostar el bebé cuando esté todavía despierto o somnoliento, no totalmente dormido, de esta manera aprenderá a asociar la cuna o el moises y no los brazos con el horario para dormir.
Si bien los bebés después de los 6 meses pueden permanecer despiertos un tiempo en su cuna antes de dormirse el bebé recién nacido puede llorar hasta encontrar la forma de dormir, esto es totalmente normal. Si el bebé continúa quejándose o llorando, pueden pararse a su lado, masajearle la espaldita o hablarle en susurros cariñosamente, muchas veces es todo lo que necesita para dormirse.
Los bebés pueden hacer sonidos, moverse o llorisquear unos instantes antes de dormirse o durante el sueño. No es necesario correr a su cuna cada vez que se lo escucha, salvo que piensen que tiene hambre, tal vez esto le impida encontrar la posibilidad de dormirse plácidamente.
Los chicos deben dormir siempre en su propia cama. Dormir en la cama de los papás dificulta el proceso para lograr que duerman durante toda la noche.
Es más práctico y seguro que los primeros meses los bebés duerman cerca de la mamá. Práctico porque estará al alcance fácilmente cuando requiera mamar y seguro porque cualquier alteración se percibirá más rápidamente. Desde hace muchos años se comprobó que la posición más adecuada para que el bebé duerma es de costado o boca arriba porque reduce el riesgo de muerte súbita. También se recomienda que sus piecitos toquen el extremo de la cuna y sus bracitos queden por fuera de las frazadas para evitar que el bebé se deslice debajo de las mismas.
Retirar el moisés o la cuna del cuarto de los padres para que el bebé duerma en otra habitación dependerá de contar con otro cuarto para el bebé, número de mamadas nocturnas, etc. Se recomienda que el pasaje del bebé a otra habitación en la medida de lo posible no se extienda más allá de los 6 meses. Cuando esto no es posible puede implementarse alguna separación con biombo, un mueble, etc.
Uso del chupete
Para algunos bebés con dificultades para dormir por la noche puede tenerse en cuenta utilizar un chupete. De hecho ha sido relacionado con la reducción del riesgo de muerte súbita. También es cierto que el chupete puede hacer que se despierten cada vez que se les sale de la boca.