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Fisura de Paladar

Esta malformación consiste en una falta de cierre del paladar durante la vida intrauterina con la consiguiente comunicación entre la boca y la nariz. Ocurre en 1 cada 2500 nacimientos, es más frecuente en mujeres. Reconoce una herencia multifactorial (factores genéticos asociados a un situación ambiental muchas veces no identificada).
Suele estar asociada a otras malformaciones.
El riesgo de recurrencia en futuros embarazos es del 2% aproximadamente. El riego aumenta cuando hay más de un afectado en la familia. Si forma parte de un síndrome el riesgo de recurrencia varía con el riesgo de ese síndrome.
Puede ser uni o bilateral y de gravedad variable.
Las dificultades que puede ocasionar son:
  • En la alimentación y por lo tanto en el crecimiento
  • Infecciones recurrentes en el oído medio
  • En la fonación, el habla y por consiguiente en la comunicación
  • En el aspecto emocional por el impacto de la alteración y sus consecuencias, los tratamientos médicos y quirúrgicos, etc.                                             El tratamiento adecuado requiere un equipo interdisciplinario que incluye: pediatra, genetista, cirujano plástico y oromáxilofacial, otorrinolaringólogo, fonoaudiólogo, psicoterapeuta.
La reparación quirúrgica puede plantearse entre los 6 y 12 meses de edad en buena parte de los casos.
Los primeros días de vida el mayor desafío lo constituye la adecuación de la alimentación. Puede requerirse tetina o biberones especiales, preferentemente con leche materna.
Puede requerirse concurrentemente tratamiento de las otitis, en ocasiones colocación de diábolos para evitar las infecciones recurrentes o la persistencia de líquido en el oído medio, tratamiento fonoaudiológico, etc.
Los papás y los bebes afectados, al igual que en otras situaciones, requieren comprensión y acompañamiento.