INTRODUCCIÓN DE SEMISÓLIDOS A LA ALIMENTACIÓN
El objetivo de la introducción de la cucharita en la alimentación del bebé es lograr una adecuada transición hacia la alimentación autónoma, una dieta nutritiva y la capacidad de utilizar la hora de las comidas para establecer interacciones familiares positivas.
Cuando el bebé esté maduro, muestre interés por la comida y la familia esté dispuesta, se iniciará la alimentación con semisólidos. Ésta debe hacerse lo más cercano posible a los 6 meses de vida. Nunca antes de los 4 meses. Parientes o vecinos suelen presionar a las madres para introducir semisólidos tempranamente. Debe priorizarse la lactancia materna y aún luego de los 6 meses debe ofrecerse al niño primero el pecho y luego otros alimentos, esto evitará la disminución de la producción de leche, favorecerá la digestión de los alimentos y no reducirá en nada el interés o apetito por los sólidos.
Secuencia estimada de introducción de alimentos:
6 meses: Leche de madre + 1 comida diaria
7- 8 meses: Leche de madre + 2 comidas diarias
9 – 12 meses: Leche de madre + 3 comidas diarias
A partir del año se pueden ofrecer 4 comidas diarias
Debe evaluarse además de la edad del niño, su desarrollo psicomotor y su curva de crecimiento. El niño amamantado en forma exclusiva suele disminuir normalmente su velocidad de crecimiento en peso al cuarto mes y luego vuelve a retomarla.
ALGUNAS CONSIDERACIONES PRÁCTICAS
• Se elegirá para la comida principal un horario que resulte cómodo para dedicarle más tiempo y ser paciente.
• Es conveniente comenzar unos minutos antes que el bebé sienta demasiada hambre dado que el manejo de la cucharita requiere más trabajo y esperar cada bocado.
• Se recomienda cucharita poco profunda y de plástico duro por ser menos fría y dura que la de metal.
• El volumen de comida a suministrar dependerá de la avidez y deseos del bebé. En cuanto dé vuelta la cara o muestre signos de no querer más, se suspenderá la administración.
• Frente a alimentos nuevos puede mostrar cambios en la expresión que no siempre significan desagrado, pueden resultarles extraños, diferentes, más o menos sabrosos.
• Si ante un alimento muestra franco rechazo, conviene suspenderlo y reincorporarlo 1 semana después.
• Los purés o papillas se harán con tenedor y no con procesadora, conviene que pruebe y se acostumbre a distintas texturas y consistencias.
• Nunca se empujará la comida con el chupete, aunque se le escape de la boca.
• No se le agregará sal a la comida del bebé.
• Si la comida le genera sed, conviene darle agua luego de algunos minutos de finalizada ésta y siempre en vaso. No es conveniente diluir el jugo gástrico durante la ingesta para lograr una mejor digestión.
• Es probable que en el primer tiempo de comenzados los semisólidos con cucharita sientan deseos de succionar después de la comida. Se tratará de esperar unos minutos para ofrecerle nuevamente pecho o biberón.
• Debe establecerse cierto límite a la duración de la comida y ser constante con los horarios. Si el pequeño se rehusa a comer, retiren el plato.
• Se utilizará aceite de maíz u oliva.
• El jugo de carne NO tiene ningún valor nutritivo
• Eviten condimentos, aderezos, alimentos enlatados.
• Los alimentos envasados para bebés pueden utilizarse en situaciones especiales (apuro, paseo, viaje). No constituyen la alimentación cotidiana ideal.
Con qué iniciar la alimentación complementaria?
A partir de los 6 meses en niños con lactancia exclusiva o antes en niños con lactancia artificial.
Puré mixto : papa o batata con zapallo o zanahoria. Agregar aceite (No administrar solo el puré de zapallo o zanahoria por ser hipocalórico)
Papilla : media taza de líquido (caldo o leche) + una cucharada sopera colmada de cereal de arroz o maiz. En niños con lactancia exclusiva la papilla puede hacerse con leche materna.
Puré de frutas : banana, manzana, pera, jugo de naranja exprimido, con azúcar
Carne de vaca, ave o hígado de vaca (cocido, rallado, molido)
Queso crema
Entre el 7º y 8º mes
Vegetales cocidos : acelga o espinaca bien lavadas y trituradas, pulpa de zapallito, remolacha
Sémola o fideos cabello de angel
Yema de huevo
Pescado si no hay antecedentes de alergias
Papilla de legumbres cocidas : arvejas, lentejas, porotos, garbanzos
Puré o compota de frutas con azúcar
Postres de maizena, flan, arroz con leche (cereales sin gluten)
Manteca y/o crema de leche
Entre el 9º y 12º mes
Vegetales en budines, ensalada cortada pequeña, salsa blanca, ricota
Pulpa de tomate y vegetales crudos bien lavados
Dulce de batata, membrillo y mermeladas
Queso fresco y untable
Frutas en trozos peladas
Huevo : hasta 3 por semana. No más de 1 unidad diaria
No quiere comer o come muy poco, qué puedo hacer?
La poca aceptación inicial a un alimento es esperable por el nuevo sabor o textura y refleja un proceso de adaptación para superarla. La incorporación de un alimento debe ser reiterada y no discontinua (aproximadamente 1 vez por semana).
Comenzar con muy poca cantidad y luego aumentar el volumen en forma progresiva.
Los lactantes pueden controlar los volúmenes y horarios de alimentación. El excesivo control parenteral no colabora en establecer buenos hábitos alimentarios.
El objetivo de la introducción de la cucharita en la alimentación del bebé es lograr una adecuada transición hacia la alimentación autónoma, una dieta nutritiva y la capacidad de utilizar la hora de las comidas para establecer interacciones familiares positivas.
Cuando el bebé esté maduro, muestre interés por la comida y la familia esté dispuesta, se iniciará la alimentación con semisólidos. Ésta debe hacerse lo más cercano posible a los 6 meses de vida. Nunca antes de los 4 meses. Parientes o vecinos suelen presionar a las madres para introducir semisólidos tempranamente. Debe priorizarse la lactancia materna y aún luego de los 6 meses debe ofrecerse al niño primero el pecho y luego otros alimentos, esto evitará la disminución de la producción de leche, favorecerá la digestión de los alimentos y no reducirá en nada el interés o apetito por los sólidos.
Secuencia estimada de introducción de alimentos:
6 meses: Leche de madre + 1 comida diaria
7- 8 meses: Leche de madre + 2 comidas diarias
9 – 12 meses: Leche de madre + 3 comidas diarias
A partir del año se pueden ofrecer 4 comidas diarias
Debe evaluarse además de la edad del niño, su desarrollo psicomotor y su curva de crecimiento. El niño amamantado en forma exclusiva suele disminuir normalmente su velocidad de crecimiento en peso al cuarto mes y luego vuelve a retomarla.
ALGUNAS CONSIDERACIONES PRÁCTICAS
• Se elegirá para la comida principal un horario que resulte cómodo para dedicarle más tiempo y ser paciente.
• Es conveniente comenzar unos minutos antes que el bebé sienta demasiada hambre dado que el manejo de la cucharita requiere más trabajo y esperar cada bocado.
• Se recomienda cucharita poco profunda y de plástico duro por ser menos fría y dura que la de metal.
• El volumen de comida a suministrar dependerá de la avidez y deseos del bebé. En cuanto dé vuelta la cara o muestre signos de no querer más, se suspenderá la administración.
• Frente a alimentos nuevos puede mostrar cambios en la expresión que no siempre significan desagrado, pueden resultarles extraños, diferentes, más o menos sabrosos.
• Si ante un alimento muestra franco rechazo, conviene suspenderlo y reincorporarlo 1 semana después.
• Los purés o papillas se harán con tenedor y no con procesadora, conviene que pruebe y se acostumbre a distintas texturas y consistencias.
• Nunca se empujará la comida con el chupete, aunque se le escape de la boca.
• No se le agregará sal a la comida del bebé.
• Si la comida le genera sed, conviene darle agua luego de algunos minutos de finalizada ésta y siempre en vaso. No es conveniente diluir el jugo gástrico durante la ingesta para lograr una mejor digestión.
• Es probable que en el primer tiempo de comenzados los semisólidos con cucharita sientan deseos de succionar después de la comida. Se tratará de esperar unos minutos para ofrecerle nuevamente pecho o biberón.
• Debe establecerse cierto límite a la duración de la comida y ser constante con los horarios. Si el pequeño se rehusa a comer, retiren el plato.
• Se utilizará aceite de maíz u oliva.
• El jugo de carne NO tiene ningún valor nutritivo
• Eviten condimentos, aderezos, alimentos enlatados.
• Los alimentos envasados para bebés pueden utilizarse en situaciones especiales (apuro, paseo, viaje). No constituyen la alimentación cotidiana ideal.
Con qué iniciar la alimentación complementaria?
A partir de los 6 meses en niños con lactancia exclusiva o antes en niños con lactancia artificial.
Puré mixto : papa o batata con zapallo o zanahoria. Agregar aceite (No administrar solo el puré de zapallo o zanahoria por ser hipocalórico)
Papilla : media taza de líquido (caldo o leche) + una cucharada sopera colmada de cereal de arroz o maiz. En niños con lactancia exclusiva la papilla puede hacerse con leche materna.
Puré de frutas : banana, manzana, pera, jugo de naranja exprimido, con azúcar
Carne de vaca, ave o hígado de vaca (cocido, rallado, molido)
Queso crema
Entre el 7º y 8º mes
Vegetales cocidos : acelga o espinaca bien lavadas y trituradas, pulpa de zapallito, remolacha
Sémola o fideos cabello de angel
Yema de huevo
Pescado si no hay antecedentes de alergias
Papilla de legumbres cocidas : arvejas, lentejas, porotos, garbanzos
Puré o compota de frutas con azúcar
Postres de maizena, flan, arroz con leche (cereales sin gluten)
Manteca y/o crema de leche
Entre el 9º y 12º mes
Vegetales en budines, ensalada cortada pequeña, salsa blanca, ricota
Pulpa de tomate y vegetales crudos bien lavados
Dulce de batata, membrillo y mermeladas
Queso fresco y untable
Frutas en trozos peladas
Huevo : hasta 3 por semana. No más de 1 unidad diaria
No quiere comer o come muy poco, qué puedo hacer?
La poca aceptación inicial a un alimento es esperable por el nuevo sabor o textura y refleja un proceso de adaptación para superarla. La incorporación de un alimento debe ser reiterada y no discontinua (aproximadamente 1 vez por semana).
Comenzar con muy poca cantidad y luego aumentar el volumen en forma progresiva.
Los lactantes pueden controlar los volúmenes y horarios de alimentación. El excesivo control parenteral no colabora en establecer buenos hábitos alimentarios.