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La consulta prenatal a un/a pediatra

Hay quienes afirman que un bebé comienza a gestarse en la mente de su madre mucho antes que en su útero.
El embarazo es el verdadero comienzo del desarrollo físico, psíquico y social del niño.El período antes del nacimiento de un bebé es un período de cambios, adaptaciones y a veces también de preocupaciones para una familia en formación. Que los padres puedan acercar sus expectativas, sus sueños y sus temores al pediatra permitirá establecer las bases de un vínculo entre el pediatra y la familia.
La consulta prenatal con el pediatra resulta beneficiosa para todas las familias que esperan un hijo, incluso para aquellas que estén en plan de adopción. Es conveniente que ambos padres esten presentes durante la misma. El momento ideal para realizarla es durante la última mitad del embarazo.
La consulta prenatal brinda al pediatra la oportunidad de exponer los objetivos fundamentales del seguimiento pediátrico en salud así como su disponibilidad y accesibilidad.
Dado que un niño sano no es sólo aquel que carece de enfermedad sino aquel que disfruta de un bienestar físico, psíquico y social, padres y pediatra acordarán en la consulta prenatal la forma de detectar precozmente las dificultades y estimular medidas que promuevan un adecuado desarrollo.
¿Qué siente el bebé en el útero?
El bebé es sumamente sensible a los movimientos y la posición. Al 5º mes ya realiza ajustes posicionales en el útero. Si su mamá está activa permanece quieto y se moverá enérgicamente cuando ella descansa. Los movimientos serán más definidos y enérgicos a medida que aumenten las semanas de gestación.
La respuesta al sonido se desarrolla precozmente y al 4º mes de gestación el bebe registra las voces de sus padres, sus hermanos y de la música.
Los receptores de la piel ya están desarrollados desde las 8 semanas de vida intrauterina y van adquiriendo progresivamente sensibilidad para recibir y procesar estímulos táctiles. Pueden diferenciar estímulos positivos como las caricias de los negativos como empujones o golpes.
El bebé en útero tiene registro y memoria de todos los estímulos sensoriales.
El sentido del olfato y de la vista comienza a desarrollarse en útero, siendo capaz de responder desde el nacimiento a olores y estímulos luminosos.
¿Qué temas de la historia de los padres y el embarazo conversar con el pediatra en la consulta prenatal?
-Respecto del embarazo y parto:
Infertilidad o pérdida de embarazos previos.
Haber tenido previamente bebes prematuros.
La exposición ambiental en el trabajo.
Consumo de medicamentos, cigarrillos, drogas o alcohol.
Dieta inusuales durante el embarazo.
Enfermedades hereditarias en la familia.
Evolución del embarazo, controles y estudios realizados.
Enfermedades en la mamá durante este embarazo.
Pérdida de peso de la mamá en el embarazo.
Si se trata de un embarazo múltiple (mellizos, trillizos).
Anormalidades en el pecho, operaciones anteriores, dificultades con la alimentación al pecho de otros hijos.
Temores, expectativas o ansiedades asociadas al parto o nacimiento.
Si la madre piensa amamantar y dudas respecto de la lactancia.
Preguntas acerca de cómo preparar los pechos para la lactancia.
-Respecto de la situación familiar:
Composición familiar.
Otros hijos y si se ha hablado con ellos acerca del nuevo hermanito.
Quién cuidará de ellos durante la internación en la maternidad.
Cambios recientes en la familia.
Situación ocupacional o económica actual.
Si tienen mascotas en casa.
Situaciones recientes de estrés.
-Respecto de los antecedentes familiares:
Enfermedades en otros miembros como hipoacusia, luxación congénita de caderas, cataratas, anemia, hipercolesterolemia, sangrados fáciles, asma, enfermedades cardíacas, hipertensión, alergias, retardo mental, malformaciones, congénitas, diabetes.
Presencia de conflictos en la pareja.
Alimentación del recién nacido
La consulta prenatal es una oportunidad para conversar con el pediatra todos los temas relacionados con la lactancia.
La salud física de la mamá, su actitud y conocimiento sobre la alimentación con teta, el apoyo que reciba de su pareja y su propia madre son factores muy importantes para una alimentación al pecho exitosa. Las dificultades que pueden presentarse en este aspecto son solucionables cuando son encaradas con anticipación y con el asesoramiento de profesionales. Concurrir a cursos preparto y recurrir ante dificultades a Instituciones como la Liga de la leche puede ayudar a superar dificultades.
¿Qué es el “apego”?
Es una fuerte conexión afectiva entre una persona y otra.
En el caso puntual de las relaciones entre padres e hijos ese “enamoramiento” por su bebé da como resultado un rico cuidado del niño.
Factores que dificultan el apego:
  • Sentimientos de temor a futuras pérdidas: pérdida previa de embarazos o enfermedad seria de otro hijo, fallecimiento de un ser querido
  • Depresión o enfermedad mental en alguno de los papás
  • Dificultades económicas severas, pérdida de trabajo
  • Discordia matrimonial, conflictos con los abuelos, pobre relación con resto de la familia
  • Mudanza reciente, falta de lazos con la comunidad, falta de amigos
  • Abuso de droga y/o alcohol
  • Padres inmaduros
¿Cómo se adaptan psicológicamente a un embarazo los integrantes de una familia?
Aún en aquellas gestaciones sin complicaciones es normal que los integrantes de una familia experimenten sentimientos de ansiedad, conflicto, tensiones y temores.
La adaptación a un embarazo por toda una familia implica la movilización de toda es energía y su dirección al proceso de apego al bebé. La construcción de ese vínculo es de capital importancia para el futuro bienestar físico y emocional de un niño.
La manera en que los padres del bebé se vinculan con sus propios padres y la actitud de ellos en su rol de abuelos es un elemento que puede resultar significativo en la crianza. Abuelos cercanos pero respetuosos de los tiempos y decisiones de los padres son importantes en este proceso de ajuste durante el embarazo y posterior al nacimiento.
Todas las situaciones de estrés pueden alterar las capacidades adaptativas de la familia y potencialmente restar energía a la construcción de un vínculo de apego con el niño. Tal es el caso de situaciones de pérdida de un ser querido, conflictos de distinta magnitud entre la pareja o entre futuros padres y abuelos, falta de apoyo a la madre.
¿Cómo se adapta la madre?
Primer trimestre de embarazo
Luego del período inicial de sorpresa, alegría o gran impacto, pequeños cambios en el cuerpo o sensaciones a veces no placenteras (náuseas, vómitos) le verifican a la mujer repetidamente la presencia del embarazo. Ya en esta etapa la madre está desarrollando el proceso de vínculo.
Durante esta etapa es común sentir temores de pérdida especialmente si se han vivido experiencias de abortos, infertilidad o problemas con otros hijos al nacimiento. Hablar estos sentimientos con el médico obstetra será aliviador.
Segundo trimestre del embarazo
Las madres comienzan a sentir los movimientos del bebé dentro del útero en esta etapa y eso les facilita la integración física y emocional con él.
Surgen sentimientos normales como fantasías acerca del bebé, algunas de las cuales pueden ser negativas o alarmantes como temor a enfermedades o malformaciones. Es un buen momento para concurrir a cursos de preparto y comenzar la búsqueda del pediatra para el bebé
Tercer trimestre del embarazo
En esta etapa el bebé por nacer ocupa mayor espacio en el cuerpo y en la mente de la mamá.
El foco fundamental de las preocupaciones está en el momento del nacimiento, el trabajo de parto, el período expulsivo, la idea o necesidad de operación cesárea, etc.
¿Cómo se adaptan los papás?
Primer trimestre
Los padres, aún cuando sea algo más lento o menos intenso por no acusar cambios en su cuerpo, también hacen un proceso de adaptación durante la gestación.
Inicialmente y de acuerdo a las circunstancias el anuncio o conocimiento del embarazo puede generarles alegría y excitación, enojo o desilusión.
Segundo trimestre
En esta etapa el padre puede sentir celos o cierta nostalgia de la relación que una vez tuvo con su mujer y ello llevar a mostrarse algo distante o aislado.
Idealmente un óptimo proceso de apego con el bebé requiere que el padre se involucre desde las primeras etapas del embarazo.
Tercer trimestre
En esta etapa los papás pueden tener ansiedades específicas relacionadas con la salud del bebé, el parto, los recursos para cuidarlo.
Un padre presente en el embarazo, el contacto precoz con el hijo y la mantención de un rol activo en la crianza influyen notoriamente reduciendo el estrés materno y optimizando el proceso de apego, ambas situaciones elementales para el buen desarrollo y salud de los niños.
Investigaciones muestran que las madres que están acompañadas tienen menor incidencia de complicaciones en el parto y en los recién nacidos.
¿Cómo se adaptan los hermanos?
El nacimiento de un bebé genera un proceso de ajuste en los hermanos en relación a como se ven a sí mismos y su lugar en la familia.
Este proceso dependerá de la edad, nivel de desarrollo y temperamento de cada niño. También la actitud y los ajustes de los adultos hacen al niño tomar conciencia de los cambios familiares.
El niño necesita estar enterado de lo que sucede y sus padres deben reasegurarle su amor. Es bueno ofrecerles información. En los niños menores de 3 años puede ser conveniente hablarles del embarazo a partir de avanzado el segundo trimestre. A cualquier edad puede evaluarse utilizar libros para brindar información.
Dentro de lo posible es conveniente postergar otros cambios o situaciones estresoras como dejar pañales o el chupete, control de esfínteres, mudanzas, etc.
No hay razones para esperar que el niño se muestre entusiasmado y espontáneamente bien dispuesto a compartir a sus padres, otros afectos u objetos con el nuevo hermano. Presionarlo para que así sea o esperar de él que se comporte como “el hermano mayor” puede aumentar su irritabilidad o angustiarlo.
Estimular que el niño palpe los movimientos del bebé en la panza, acompañe ocasionalmente a los controles del embarazo, vea libros o fotografías de bebé o juegue con muñeca es una actitud que favorece la adaptación. Sin embargo, no debe hacerse compulsiva o insistentemente.
Explicar a los niños dónde y con quién quedará durante la internación de la mamá para el parto puede aliviarles preocupaciones.
La visita del niño al hospital para ver a su mamá y a su hermano puede disminuir las preocupaciones por la separación y comprobar que su mamá está bien y dispuesta para él.
Luego del nacimiento puede ser estimulante para el niño participar en el cuidado del recién nacido.
Pese a todo los recaudos tenidos en cuenta por los adultos, los niños pueden manifestar regresiones y aumento de las demandas ante el nacimiento de un hermano, esto habla del sólido apego del niño con sus papás y como toda situación conmovedora para una familia requiere un período de acomodación y ajuste.
¿Qué debe considerarse ante la inminente llegada de un bebé?
  • La preparación para alimentación al pecho
  • El acondicionamiento de la casa para alojar al recién nacido
  • Planificar la ayuda, idealmente con alguien del entorno cercano, epecialmente en el período neonatal inmediato 
  • Tramitar licencia en el trabajo que permita estar en casa con el bebé el mayor tiempo posible
  • Repasar las dificultades que se hubieran tenido en la crianza de otros hijos, especialmente en los primeros tiempos para tratar de evitarlos
  • Asistir a charlas de preparación para el nacimiento y la lactancia
  • Búsqueda y elección de un médico pediatra
  • Encarar el parto con flexibilidad ante eventos inesperados a fin de que estos no se transformen en generadores de mayor estrés
  • Prepararse para la reacción de los hermanos si los hubiera
  • Verbalizar de acuerdo a la edad de los hermanos la situación y permitir que ellos expresen sus dudas y temores
  • Estar dispuestos a intercambiar opiniones entre los papás sobre los temas que vayan surgiendo durante la crianza