La enfermedad de mano-pie-boca es una enfermedad infantil
común y leve causada por un virus llamado coxsackie. Esta enfermedad vírica se
transmite fácilmente entre niños por contacto directo con la saliva, con las
ampollas de la boca, con el líquido de las ampollas en las manos y en los pies
o con los excrementos de una persona infectada. Son comunes los brotes en jardines maternales y ocurren con más
frecuencia durante el verano y el otoño. La etapa de mayor contagio es antes a
la aparición del brote en boca manos y pies.
Los síntomas incluyen unas ampollitas en la boca seguidas
por una erupción de ampollas pequeñas y dolorosas en las manos y en los pies.
Otros síntomas que también pueden aparecer son una fiebre
leve y dolor de garganta y de estómago.
La infección normalmente desaparece sin complicaciones
graves.
Los niños con esta enfermedad normalmente no necesitan
tratamiento y mejoran por sí solos una semana después.
Es difícil la prevención ya que el mayor contagio se
produciría antes de la aparición de las lesiones. Recomiendo que los niños no
concurran a jardín los primeros 2 a 3 días del brote y un estricto lavado de manos de los chicos y
de quienes lo cuidan así como de juguetes u objetos que puedan estar
contaminados con saliva o excretas.