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Convulsión febril

Es el trastorno convulsivo más frecuente de la infancia, con un pronóstico excelente.
Un 3 a 4 % de los niños pueden presentar una convulsión durante un proceso febril, generalmente entre los 9 meses y los 5 años de edad.
Hay evidencias de predisposición genética con episodios similares en padres y hermanos.
¿Cómo se manifiesta?
Generalmente la convulsión coincide con una subida brusca de la temperatura que alcanza los 39° o más.
La convulsión se presenta como sacudidas generalizadas de segundos a 10 minutos de duración, seguida de un breve período de somnolencia. El episodio suele asustar sobremanera a los papás especialmente la primera vez que lo presencian.
¿Qué hacer?
Como la convulsión generalmente ya ha cedido al llegar el niño a un centro asistencial, la mayor responsabilidad del médico es averiguar la causa de la fiebre, que en la mayor parte de los casos es una infección viral de la vía aérea superior, la sexta enfermedad o exantema súbito o una otitis media.
Después de una crisis febril simple no está indicado realizar un EEG.
Tratamiento
Debe hacerse el tratamiento de la fiebre con medios físicos y antitérmicos.
Ante la reiteración de convulsión febril simple el profesional puede indicar Valium por boca frente a cada proceso febril.