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Resfrío común

El cuadro respiratorio más frecuente en la infancia genera innumerables consultas médicas en invierno y por su reiteración también alguna preocupación a los padres. Generalmente es de buena evolución en pocos días y excepcionalmente puede complicarse. 
¿Qué es el resfrío?
Es la inflamación de la nariz y estructuras vecinas provocada por algunos virus. Tiene alta prevalencia en invierno dada la mayor circulación de los virus del resfrío en esa época del año. Los chicos muy frecuentemente adquieren la infección en escuelas o jardines y llevan la infección a su casa donde se produce otra diseminación. 
¿Cuáles son los agentes causales?
Múltiples virus son responsables del resfrío. Es por eso que se requiere años para adquirir inmunidad contra todos ellos.
La diseminación de esos virus se produce directamente por contacto directo persona a persona o a través del aire por pequeñas gotas que se eliminan al respirar, hablar, toser, etc. 
¿Cómo es el cuadro clínico?
El tiempo de incubación, es decir desde el contacto con otra persona resfriada y la aparición de los primeros síntomas, es de 12 a 72 horas.
La enfermedad dura aproximadamente una semana y durante la misma hay moco y obstrucción de la nariz que dificulta la libre respiración, picazón en la garganta, tos y en algunas ocasiones fiebre. A veces también hay picazón o ardor en los ojos, pérdida del gusto a la comida y disminución pasajera de la audición. 
¿Cómo evoluciona el resfrío común?
Habitualmente se cura solo. Los médicos decían “7 días sin tratamiento, una semana con tratamiento”, una forma sutil de sugerir que no hay demasiado para acelerar el proceso
Excepcionalmente se puede complicar con una otitis, una angina bacteriana, bronquiolitis, etc. 
¿Cómo se trata?
Dado que la curación es espontánea el tratamiento está dirigido solamente a mejorar los síntomas, tales como bajar la fiebre si la hubiera, humectar el moco con vapor de agua, hidratar al paciente, etc.
El resfrío común es una causa importante de mal uso de antibióticos en la práctica diaria. La administración de los mismos no cura el resfrío ni previene la aparición de complicaciones. Los jarabes para la tos y descongestivos no suelen ser de utilidad en el resfrío común. Cualquier medicación debe ser indicada por un profesional.
Las complicaciones excepcionales como otitis, angina bacteriana o bronquiolitis requieren diagnóstico y tratamiento especial. 
¿Pueden prevenirse los resfríos?
La diseminación de los virus entre las personas puede reducirse evitando que los chicos concurran enfermos a la escuela o jardín.
El lavado de manos frecuente también reduce la transmisión por esta vía. Es una medida muy importante en lugares de muchos contactos como escuelas o donde varios niños comparten quien los cuida como los jardines maternales. Los juguetes que los niños se llevan a la boca y comparten también es recomendable higienizarlos adecuadamente.
Es conveniente ventilar bien los ambientes y evitar ir innecesariamente con niños pequeños a lugares muy cerrados y concurridos.
El humo del tabaco en los ambientes puede empeorar la evolución de los resfríos al irritar aún más la vía aérea.
No existe una vacuna para el resfrío.
Los bebés que se alimentan al pecho y aquellos más grandecitos que lo han hecho están más protegidos de los resfríos por el refuerzo de la inmunidad que genera la leche materna. 
¿Qué síntomas son orientadores de que el resfrío pudo haberse complicado?
  • Fiebre de más de 2 o 3 días
  • Gran decaimiento
  • Dolor de oídos
  • Signos de dificultad para respirar (esfuerzo respiratorio)
  • Rechazo del alimento en bebés muy pequeños
  • Persistencia, cambios o intensificación de la tos 

Ante dudas  siempre hay que consultar al pediatra y evitar la automedicación

Bronquiolitis

Es una enfermedad típica de bebés pequeños que genera gran preocupación en los adultos y saturación de las camas de internación pediátrica cada invierno. Conocer de la enfermedad y cómo prevenirla puede resultar de utilidad a los padres.
¿Qué es la bronquiolitis?
Es el primer episodio de obstrucción de la vía aérea pequeña (bronquiolos) en niños menores de 2 años.
Está producida por la invasión por algún virus respiratorio que produce una reacción inflamatoria de los bronquiolos. Es más frecuente en otoño e invierno. El virus que más produce esta enfermedad es el llamado Sincicial respiratorio aunque hay muchos otros.
Generalmente el cuadro se inicia con un resfrío común de 2 o 3 días y luego aparecen los síntomas clásicos que se resuelven en 5 a 7 días. Algunos caso más severos pueden prolongarse hasta 2 semanas.
El paciente elimina virus durante muchos días y puede contagiar a otros. La diseminación del virus ocurre de persona a persona a través de las gotas de la respiración y especialmente a través de las manos contaminadas. En objetos de superficie dura, como juguetes de plástico, el virus puede sobrevivir  hasta 30 horas. Todas estas consideraciones son importantes a tener en cuenta en bebés que concurren a jardines maternales.
¿Quiénes son más susceptibles a contraer virus de bronquiolitis?
  • Bebes entre 3 y 6 meses porque tienen más susceptibilidad al virus
  • Bebes que no reciben ni recibieron lactancia materna porque ésta es protectora
  • Aquellos que concurren a jardines maternales porque es mayor la circulación viral
  • Quienes conviven con fumadores porque el humo sensibiliza a la vía aérea (niños fumadores pasivos) 
  • Menores de 3 meses
  • Prematuros
  • Desnutridos
  • Niños con enfermedades previas de los pulmones, del corazón, neurológicas o con deficiencia de su inmunidad 

¿Cómo se presenta la enfermedad? 
La enfermedad comienza como un resfrío con moco nasal y tos. A veces también hay fiebre.
 A continuación aparece dificultad para respirar que se observa como respiraciones más frecuentes, retracción de los espacios entre las costillas y movimientos del abdomen. En los más afectados puede haber aleteo de la nariz, palidez o color azulado alrededor de la boca, estos son signos de severidad.
El médico ausculta sonidos en el tórax que son característicos de la enfermedad como una especie de silbidos que se llaman sibilancias.
En ocasiones suele realizarse radiografía de tórax, no en todos los casos.
Puede ser necesario en los casos más intensos comprobar que el paciente tiene una adecuada oxigenación mediante un método sencillo llamado saturometría.
En los pacientes que se internan se realiza detección de virus en las secreciones nasales.
Luego de 4 a 5 días la mayoría de los pacientes comienzan a mejorar con resolución del componente obstructivo y mejoría de la oxigenación.

¿Quiénes tienen más riesgo de tener una bronquiolitis severa?
• Menores de 3 meses
• Prematuros
• Desnutridos
• Niños con enfermedad pulmonar crónica, cardiopatía, fibrosis quística, enfermedad neurológica, inmunodeficiencias

¿Cuál es el pronóstico de la enfermedad?
El pronóstico de la mayoría de los niños que desarrolla una bronquiolitis es muy bueno. El riego de complicaciones es bajo.

¿Cuál es el tratamiento?
La mayoría de las bronquiolitis se curan solas por lo cual la base del tratamiento es el control de las complicaciones y el adecuado soporte hasta que la enfermedad se resuelva.
El tratamiento de sostén consiste en:
Colocar al bebé en la posición más cómoda posible para mejorar la respiración, habitualmente boca arriba y con la cabecita más alta que el pecho. Esto puede lograrse elevando la cabecera del colchón con una almohada debajo.
Bajar la fiebre en aquellos que supere los 38 ° con baños y el antitérmico que usan habitualmente.
Lograr un adecuado aporte de líquidos y calorías, a veces dificultado por el esfuerzo para respirar. En los casos severos que requieren internación y no pueden tomar por boca puede ser necesario colocar una sonda pequeña por la nariz que llegue al estómago para aportarle líquidos y leche.
Los bebés con cuadros más severos que le alteran la oxigenación suelen requerir internación para la administración de oxígeno por cánula nasal o por otros métodos que aportan concentraciones mayores.
Los broncodilatadores son medicamentos que se utilizan en gotas para nebulizar o mediante aerosoles con aerocámara en dosis que depende de la edad y peso del niño. El más conocido es el Salbutamol.
Si bien los corticoides desinflaman la vía aérea en algunos procesos respiratorios, hasta el momento no hay evidencia de la utilidad de  su uso en todos los casos de bronquiolitis. Suele utilizarse en los cuadros más severos.
Los antibióticos no se utilizan en la Bronquiolitis salvo que se compruebe una infección bacteriana agregada que es poco frecuente.
Los jarabes para lo tos, expectorantes, mucolíticos y descongestivos no tienen ninguna indicación para el tratamiento e incluso podrían entorpecer la evolución y agravar el cuadro.
La kinesioterapia respiratoria puede ser necesaria en el período catarral que sigue al de obstrucción propiamente dicha. Debe ser realizada por un kinesiólogo avezado.

¿Cómo puede prevenirse la Bronquiolitis?
El principal método para prevenir la diseminación es el lavado de manos frecuente con agua y jabón, esta es una medida muy importante en lugares donde varios niños son cuidados por una o dos personas como ocurre en jardines.
También deben higienizarse frecuentemente con algún jabón antiséptico los juguetes que los niños llevan a la boca y comparten.
La lactancia materna y un ambiente libre de humo de tabaco son factores protectores muy importantes.
Hasta el momento no se ha desarrollado ninguna vacuna contra los virus causantes de bronquiolitis.

Es bueno estar informados y contar con pediatra de cabecera