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Virus del papiloma humano

Su relación con cáncer de cuello uterino. Prevención. Incorporación de una vacuna obligatoria.
Los virus del papiloma humano (HPV) representan una de las causas más comunes de infecciones de transmisión sexual. La mayor parte de los hombres y mujeres sexualmente activos probablemente adquirirán una infección genital por HPV en algún momento de su vida. Se estima que la mayoría de las infecciones se produce entre los 15 y los 24 años de edad.
El cáncer del cuello uterino afecta cada año a cerca de medio millón de mujeres en el mundo. En Argentina cada año se presentan alrededor de 4000 diagnósticos nuevos y 1800 mujeres mueren de cáncer de cuello de útero. Este es el segundo cáncer más frecuente en mujeres en Argentina después del cáncer de mama.
La mayor parte de los cánceres de cuello uterino o cáncer de cérvix son originados a partir de una infección por HPV.
Existen más de 100 tipos del virus, 40 de los cuales pueden infectar la piel y las mucosas. Estos se transmiten por contacto piel a piel o genital, especialmente durante relaciones sexuales vaginales y/o anales. El HPV también se puede transmitir por relaciones sexuales orales y el contacto íntimo aun sin una relación sexual completa. La transmisión del virus puede darse entre parejas heterosexuales y homosexuales, aun cuando la persona infectada no tenga signos ni síntomas.
Gran parte de personas infectadas no sabe que lo está y que está transmitiendo el virus a su pareja sexual.
Las defensas generadas luego de una infección por el HPV no son suficientes para proteger a lo largo de su vida. Es por eso que nuevas infecciones por otros tipos de HPV o reinfecciones por el mismo tipo pueden ocurrir a lo largo de toda la vida sexual.
En muy pocos casos, una mujer embarazada que tiene el HPV genital puede transmitir el virus a su bebé durante el parto.
La mayoría de los HPV no causan ningún síntoma en las personas. No obstante, algunos tipos de HPV pueden causar verrugas o condilomas y otros pueden generar infecciones persistentes.
Infecciones no detectadas por algunos de estos virus pueden dar lugar a cáncer de ano y órganos genitales en hombres y mujeres. Los tipos 16 y 18 son responsables de cerca del 70% de los casos de cáncer de cuello de útero por lo que se llaman virus oncogénicos o de “alto riesgo”.
El proceso entre la infección por el virus y el cáncer cervical invasivo lleva entre 15 y 20 años, dando oportunidades para la detección oportuna y el tratamiento exitoso de las lesiones precancerosas.
El estudio de Papanicolaou (PAP) y la inspección visual del cuello uterino mediante la colposcopia son de gran utilidad para detectar anormalidades que pueden conducir a un cáncer.
Recientemente ha sido incorporada la vacuna contra el HPV al calendario nacional de vacunación para ser aplicada a todas las niñas a los 11 años de edad. Junto el PAP y la Colposcopía constituyen actualmente los recursos más valiosos para prevenir el cáncer de cuello de útero.
Las vacunas actualmente existentes en el mercado (Cervarix y Gardasil) protegen contra los tipos 16 y 18, que son los más frecuentemente asociados a lesiones malignas. Gardasil además protege contra los tipos 6 y 11, causantes principalmente de verrugas genitales.
Las vacunas del HPV no tienen ningún efecto terapéutico sobre la infección ya existente ni sobre las lesiones cervicales, por lo cual se recomienda aplicar en mujeres que no hayan iniciado relaciones sexuales.
La vacuna se administra en 3 dosis a lo largo de 6 meses y está recomendada en mujeres entre 11 y 26 años, aunque puede aplicarse desde los 9 hasta los 45 años. Se recomienda que en la medida de lo posible las tres dosis de vacuna sean de la misma marca. Las empresas aseguran que la vacuna no tiene efectos colaterales con excepción de dolor alrededor del área de inyección.
Dado que las vacunas actuales no protegen de todos los tipos de HPV que causan cáncer cervical, es muy importante que las mujeres sigan realizándose los controles ginecológicos periódicos y el Papanicolaou, incluso después de haber recibido la vacuna.
Tanto los hombres como las mujeres pueden ser portadores del VPH por lo tanto para erradicar la enfermedad eventualmente los hombres también tendrían que ser vacunados. Se están llevando a cabo estudios para determinar la eficiencia de vacunar varones con la vacuna actual.
El Centers for Disease Control and Prevention (Centro para el Control y Prevención de Enfermedades) afirma que «Aunque no se conoce exactamente el efecto de los preservativos en la prevención de la infección por VPH, el uso del mismo se ha asociado con una tasa más baja de cáncer de cuello uterino, enfermedad en directa relación con el HPV».
Los investigadores concluyen que «entre mujeres que empiezan a ser sexualmente activas, el uso constante del preservativo por parte de sus parejas en sus relaciones parece ser que reduce el riesgo de infección por HPV cervical y vulvovaginal».
El uso de preservativo además de disminuir el riesgo de contagio de HPV y el esparcimiento hacia otras áreas genitales en quienes ya lo tuvieran, constituye un método de barrera contra otros agentes de transmisión sexual. Para que protejan más, los preservativos deben usarse en todas las relaciones sexuales desde el inicio hasta el final. Los preservativos no son absolutamente protectores contra el HPV dado que algunas lesiones pueden no quedar cubiertas por los mismos.
A modo de resumen: Los virus del papiloma humano son la causa más frecuente de infecciones de transmisión sexual. Un gran porcentaje de lesiones precancerosas y cancerosas de cuello uterino son causadas por tipos oncogénicos del HPV. La mejor opción frente a los HPV oncogénicos es su prevención. El uso del preservativo disminuye pero no evita totalmente la transmisión del HPV, su uso es muy importante para prevenir el resto de las infecciones de transmisión sexual. La vacuna contra el HPV ha sido recientemente incorporada al calendario nacional de vacunación. La vacuna complementa pero no sustituye las otras estrategias preventivas altamente eficaces que son el control ginecológico y el Papanicolaou periódico.