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Neumonía Aguda

Es la infección del tejido pulmonar, actualmente se incluye dentro de las Infecciones Respiratorias Agudas Bajas para diferenciarlas de aquellas infecciones más comunes de la vía aérea superior como resfríos y anginas.
La causa es una infección producida por distintos agentes que varían según la edad del paciente, su estado inmunológico, la protección recibida por vacunas y la época del año.
Manifestaciones clínicas
Los síntomas más comunes son fiebre, tos y aumento de la frecuencia de los movimientos respiratorios. En algunos niños pequeños puede observarse irritabilidad, decaimiento, somnolencia, rechazo del alimento y en niños mayores dolor abdominal.
El examen clínico del pediatra y la auscultación que él realice del tórax serán de utilidad para el diagnóstico.
La mayoría de los chicos con neumonía presentan formas clínicas leves o moderadas que pueden ser manejadas en forma ambulatoria.
Aquellos niños que presenten infecciones severas con requerimiento de oxígeno, apneas, rechazo del alimento, etc. requerirán internación.
Radiografía de torax
Es útil para confirmar el diagnóstico. Se realiza siempre que se sospeche Neumonía.
Otros estudios
En niños que requieren internación suele realizarse exámenes de sangre (el hemograma puede mostrar los glóbulos blancos altos, el hemocultivo puede identificar la bacteria responsable en 10% de las neumonías bacterianas), examen de secreciones nasales (para identificar virus).
Tratamiento
Se indicará antibiótico en aquellos casos de Neumonía presuntamente Bacteriana. El pediatra define cual es el antibiótico preciso y su vía de administración de acuerdo a la edad del niño y a la severidad del cuadro.
Las Neumonías virales no requieren antibiótico.
Los niños menores de tres meses generalmente requieren internación al igual que los niños mayores con Neumonía Severa, requerimientos de oxígeno o presencia de alguna complicación.
Como tratamiento coadyuvante se requiere antitérmicos, adecuada hidratación y en ocasiones humidificación de la vía aérea o broncodilatadores.
Los jarabes para la tos, expectorantes u otros similares no tienen indicación y podrían complicar el cuadro.
Evolución
Luego de 48 a 72 hs de tratamiento es esperable el descenso de la fiebre y la mejoría del paciente.
Cuando así no sucede debe replantearse la efectividad del tratamiento, la aparición de complicaciones o de intercurrencias.
Prevención
Dado que el contagio es de persona a persona, evitar que los niños con procesos febriles se reintegren a actividades de jardín o escuela antes de su curación.
El lavado de manos es la medida que se ha demostrado más útil en la prevención de la transmisión de infecciones. Evitar el hacinamiento y el tabaquismo activo y pasivo también reduce el riesgo de infecciones respiratorias.
La lactancia materna en los primeros dos años de vida es una manera sencilla y sumamente eficaz para la prevención de todas las infecciones en la infancia y cuyos efectos beneficiosos probablemente se extiendan hasta la adultez.
La aplicación de las vacunas del calendario obligatorio reduce el riesgo de algunas infecciones respiratorias (coqueluche por B. Pertussis, otitis y neumonía por H. Influenza, neumonitis por virus de sarampión).
Vacunas no obligatorias pero recomendables contra Neumococo (Prevenar o Synflorix) y contra Varicela (Varilrix o Biken) también reducen el riesgo de infecciones respiratorias que pueden generar neumonías.
La vacuna de Gripe entre 6 meses y 5 años de edad y en poblaciones de riesgo es una medida implementada este año en nuestro país y aspira reducir el riego de complicaciones respiratorias en esa población susceptible.